En este documental Marta Mahou revela su viaje personal por el yoga.
Una historia de transformación, desde su formación clásica con B.K.S Iyengar hasta la profunda comprensión de su práctica. “Y yo que creía que el yoga era la postura. Infeliz de mí”.
A través de lo que Marta llama doma corporal, empieza a practicar por su cuenta y a creer en sus propias sensaciones. En esa búsqueda de la calma y, con mucho sentido del humor, asimila todo su aprendizaje que enseña y practica desde hace 42 años.

 
 

El asana surge de dentro hacia afuera

En yoga no importa el qué -la forma del asana-, sino el cómo y el porqué

Toda la práctica de asana se centra en cambiar unos patrones de movimiento disfuncional por otros más funcionales. 
Para cambiar, primero tienes que saber cómo es, tienes que habitar tu cuerpo, conocerlo y darte cuenta de cómo se mueve. Tienes que desarrollar la cinestesia y trabajar tu amnesia sensomotora.
Todo en el cuerpo está interrelacionado: si hablamos de la columna vertebral es imperativo hablar de la pelvis puesto que el sacro se articula con los dos huesos ilíacos. Cualquier movimiento en la columna va a implicar un movimiento pélvico. 
Por eso, en mis clases, pongo mucho énfasis en de la importancia de la posición de la cabeza. Si inclinas la cabeza hacia adelante tu pelvis se va a hacia atrás, si sitúas la cabeza sobre los hombros –en la zona donde no pesa– tu pelvis está neutra y soporta toda tu estructura.
Marta Mahou

 
 
 

Testimonios

Los alumnos de Marta Mahou

(vídeo)

 

El presente es el lugar más exótico al que se puede viajar

Entendemos la práctica del yoga como una forma de lograr bienestar integral a través de la introspección, utilizando el cuerpo y la respiración como vehículos